miércoles, 8 de julio de 2015

¿Anestesia sin dolor?

Siéntate en el sillón y relájate. Ya no tienes que temer al dolor, existen técnicas de anestesia indoloras, con las que no sentirás absolutamente nada o será tan leve que te sorprenderás.
Anestesia sin dolor ¿Existe?
Uno de los principales miedos o fobias al odontólogo es producido por la anestesia. En los últimos tiempos las técnicas anestésicas han mejorado, sin embargo, el uso de la aguja en la mayor parte de los tratamientos, a pesar de ser un sistema casi indoloro, constituye un problema por la gran cantidad de pacientes que presentan fobias a la misma.
Cabe destacar, que esta técnica tradicional correctamente realizada, produce muy poca molestia en la mayoría de los casos. Es mayor el "dolor" psicológico que el fisiológico. La molestia al recibir la anestesia se produce por dos causas:

El "pinchazo" de la aguja y cuando penetra el líquido anestésico en el tejido (encía, músculo, mucosa).


Para minimizar la molestia de la aguja, se puede colocar previamente, "anestesia tópica" (anestesia superficial de la mucosa) cuya función es que el paciente sienta en menor medida el "pinchazo" y da un poco más de tranquilidad psicológica al sentirse algo mas protegido. No obstante, para eliminar la molestia, que es causada cuando penetra el líquido anestésico, no hay más opciones que la experiencia y pericia del profesional.

¿Existe la posibilidad de eliminar las agujas para aplicar la anestesia?.
Estamos cada vez más cerca de realizar odontología sin agujas y sin dolor.

Una de las opciones es la sedación o anestesia general, practicada por un médico anestesista, pero en la mayoría de los casos resulta un poco exagerada para tratamientos odontológicos.
La investigación indica que la lidocaína aplicada en spray puede ser administrada en el seno maxilar para anestesiar de manera más rápida y precisa. Existe la esperanza de que esta técnica se convierta en el futuro en sustituto de las agujas a la hora de anestesiar.
Otro adelanto farmacológico es un Gel Anestésico que se coloca en el surco gingival (entre el espacio del diente y la encía), anestesiando la encía por 20 minutos. Este tipo de anestesia solamente sirve para tratamientos gingivales simples, pero no para grandes restauraciones.
Y por último, existen otros métodos terapéuticos como es la hipnosis para tranquilizar y relajar al paciente.

 Pero en términos generales son la anestesia general y la sedación las alternativas que con más frecuencia pueden prestar apoyo a la práctica odontológica.
Cirugía maxilofacial, odontopediatría, pacientes con enfermedades mentales o con retraso en el desarrollo psicomotor, cuando la técnica quirúrgica es extensa, cuando hay historia de reacciones alérgicas o tóxicas a los anestésicos locales, en todos los casos, se convierte en una técnica ideal.

Como conclusión diremos que el resultado final de la mayoría de los tratamientos dentales se encuentra sujeto al éxito de la analgesia. El poder desempeñar nuestra labor odontológica mediante la obtención de una adecuada anestesia, permite desde el principio ganarnos la confianza del paciente, y además por nuestra parte, nos va a condicionar el llevar a cabo el tratamiento de forma tranquila y sin sobresaltos.






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