Os dejamos un interesante artículo de nuestro Doctor Marcelo Adi, Especialista en
rehabilitación bucal. Desde Clínicas DEA esperamos que os guste.
La articulación témporo mandibular (ATM) tiene dos puntos de contacto
bien definidos: el cóndilo mandibular y la superficie craneal donde se aloja. Anatómicamente
estas dos superficies de contacto están separadas por un disco (menisco) que
permite el movimiento y mantiene una distancia fisiológica.
Ambas juegan un papel importante en el síndrome llamado bruxismo. Éste
consiste en rechinar los dientes durante la noche. Dicho proceso desgasta los
dientes y es causa no sólo de inflamación gingival sino también de pérdida de
piezas dentarias.
Además, puede relacionarse con dolores de cabeza y afecciones de otro
tipo que vayan relacionadas con el síndrome de causa aparentemente desconocida.
El proceso natural de la masticación tarda normalmente unos treinta
minutos y luego la encía descansa para recuperar su oclusión. El bruxismo, sin
embargo, mantiene activo el proceso masticatorio largos periodos de tiempo
durante la noche lo que afecta a éste produciendo inflamación y desgaste.
Muchos síntomas dolorosos, tales como un tipo de neuralgia de
trigémino, dolor migrañoso o acúfenos, vértigo y otros dolores cervicales
podrían ser explicados por este fenómeno lesional provocado por el bruxismo.
Utilizamos por tanto una férula de descarga, que es una estructura de
material rígido configurado en un aparato que se introduce en la boca y que
coincide con la forma de las arcadas dentarias, para prevenir y aliviar los
efectos del bruxismo.
La férula evita el contacto entre las superficies dentarias,
manteniendo el espacio entre el hueso de la cavidad craneal y el hueso
mandibular, lo que previene todo tipo de síntomas y consecuencias dolorosas
antes mencionadas.